Intermitentes de manillares

Mayor esfuerzo de cableado, resultado genial

Los intermitentes de manillar son en realidad una especialidad alemana. A partir de 1962, la ley estipula que los intermitentes también deben instalarse en las motocicletas. Los pocos fabricantes de motocicletas alemanes que quedaban reaccionaron con un equipamiento mínimo: un intermitente en cada "lado del vehículo", un interruptor, una unidad de intermitencia y unos cuantos cables... et voilà: había nacido el intermitente de extremo de manillar.

Desde 1987, un par de intermitentes a cada lado del vehículo es obligatorio en Alemania, al igual que en la mayoría de los demás países. Por lo tanto, los intermitentes de manillar están permitidos, pero sólo junto con otro par de intermitentes en el extremo trasero de la moto.

Desde el punto de vista estilístico, los intermitentes de extremo de manillar ofrecen una amplia variedad: desde el clásico "ojo de buey" hasta los objetos de diseño de Kellermann o motogadget.

¿Sirven los intermitentes de manillar para todas las motos?

No, no sirven para todas las motos. Pero se adaptan a cualquier moto que tenga puños de goma con agujeros en los extremos y manillar hueco en toda su longitud. Los cables se pasan por el manillar y hay que taladrar un agujero en la parte inferior del manillar, en el centro, entre las abrazaderas de las bandas. Un agujero de 10 mm es suficiente. Por favor, desbarbe los bordes del agujero, también en el interior. De lo contrario, el cable rozará y provocará un cortocircuito.

Los intermitentes de manillar no se pueden utilizar en manillares con puños de gas originales hasta 1974 y, por supuesto, con el ajuste de encendido original. Con algunos puños de acelerador accesorios con cable interno o insertos de puño de acelerador de fabricación propia, es posible pasar un cable de caja a caja.

Pueden surgir problemas con los manillares soldados si no se desbarba el interior del tubo antes de soldar. Desbarbar después es casi imposible. Los cables rozados y los cortocircuitos no deben sorprender al atornillador.