The Wickline Speed Shop - Harley Legend in a Shoebox
Una leyenda Harley en una caja de zapatos. Si en 1932 hubiese existido Instagram, la familia Wickline probablemente no habría tenido ni un segundo para compartir su ajetreada vida a toda velocidad. Después de pasarse el día currando en su granja en el condado de Botetourt, Virginia, CT Wickline se iba directo a su pequeño taller. Allí es donde se liaba con sus Harley-Davidson trucadas, siempre con la mente puesta en la próxima carrera. No tenía muchos medios ni herramientas sofisticadas, pero ambición le sobraba, y su ingenio no conocía límites.
Casi 100 años después, un feliz accidente sacó a la luz esta historia alucinante. Cuando Trey Burnart Hall, bisnieto de CT Wickline, estaba charlando con Thomas H. Rakes, este último se fijó en una foto en blanco y negro de una niña junto a una Harley Knucklehead, colocada en una estantería. Bastaron un par de preguntas para que Trey sacara una vieja caja de zapatos llena de fotos antiguas de la familia... y un montón de historia del mundo de las carreras con Harley-Davidson. Así nació el “Proyecto Wickline”.
Los dos colegas se dieron cuenta muy rápido de que lo que tenían entre manos era mucho más que la historia de un granjero que se entretenía trasteando con motos en su granero. La pasión de CT y su obsesión por los detalles le llevaron a hacer mejoras que incluso el departamento de competición de Harley acabó aprovechando. Sus motos ganaban carreras: subidas de montaña, pistas de tierra, y las primeras carreras de aceleración. En su época, las preparaciones de CT marcaban tendencia e inspiraban a mecánicos y pilotos por toda la costa este.
Su mujer, Happy, le iba al pelo. También era una motera de los pies a la cabeza, organizaba eventos, unía a la gente y hacía todo lo posible por hacer crecer la escena Harley en Virginia y más allá. De hecho, cuenta la leyenda que los esfuerzos de los Wickline ayudaron a poner en marcha la famosa Daytona Bike Week.
Y vaya archivo se encontraron: montones de fotos en blanco y negro de carreras, de motos a medio desmontar, de momentos familiares… una historia de entusiasmo puro por las motos y por lo que mejor saben hacer: hacer ruido y volar. El libro de Thomas H. Rakes y Trey Burnart Hall cuenta esta historia con fotos brutales de Harleys a toda pastilla, soltando goma quemada y levantando polvareda. Una prueba más de que los Wickline siguen dando guerra. En Instagram, en este libro y en el corazón de los fans de Harley de todo el mundo.
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