The Trip Out, Euston Park, Suffolk, England
La vieja Shovel no se rinde ni a tiros.
Anna y Andy —si no los conoces— tienen esa rara habilidad de juntar a gente increíble, motos alucinantes y bandas brutales en un rincón perdido del mundo. En plena campiña verde de East Anglia, cada año logran lo imposible: montar un fiestón de tres días con folk tranquilo, choppers clásicos (echando suaves llamaradas hacia el cielo con esos escapes locos que apuntan para arriba) y música raruna para pasar la noche. Así que, como cada año desde hace unos 14, la vieja Shovel salió rodando al amanecer para un laaargo día de autopistas por Europa y Reino Unido, para acabar, como no… ¡en el Trip Out!
Las motos: la típica mezcla de choppers de campo
bien rodados, algunos montados a lo loco y otros cuidados al detalle hasta el último tornillo. Todos desprendiendo ese rollo chop inglés tan especial, con su toque de respeto al legado de Milwaukee. Maravilla. Bueno, casi todos :)
La peña: desde moteros que venían de la otra punta del continente hasta colegas de la vuelta de la esquina, preparados para lo peor en cuanto a tiempo (aunque al final tocó un clima rollo italiano bastante majo). Camping de lujo, espacio de sobra. Que se jodieran las duchas… ¿y qué? Mientras la birra siguiera fluyendo, cero dramas :)
Las bandas: el olfato de Anna para descubrir grupazos
volvió a brillar. Los Halophones, desde Helsinki, reventando oídos con su garage rock distorsionado hasta que sangres de gusto :)
¿Y qué me dices de The Caezars? Anna no iba desencaminada: la revista TimeOut decía de ellos “Rock’n’Roll vintage del que Tarantino estaría orgulloso” :)
La clavó con Daddy Long Legs, directos desde Nueva York: “¡Desde las alcantarillas de NYC!” (palabras suyas, no mías). Rolling Stone escribió de ellos: “...como blues de Chicago disparado a la luna, tocado por los hijos dementes de los Pretty Things.”
Pero a la vieja Shovel los que más le molaron fueron los Bonnevilles, de Irlanda del Norte: un dúo sin florituras, melodías sencillas, con un sonido punk-blues áspero y directo.
En resumen: finde brutal, grande Anna, grande Andy. ¡Seguid cavando en busca de oro! ¡Nos vemos el año que viene!