Los diseños de estas tapas de válvulas se prestan perfectamente para motocicletas Old School, pero también quedan muy bien en otras.

¿Está aburrido de tanta calavera y Jacky Cola? Dé el salto a la Piña colada con estas tapas de válvula. Rupert Holmes se las recomendaría con mucho gusto.

Seamos sinceros: conducir todos los días una máquina agrícola de dos ruedas de la época de Matusalén es toda una experiencia en gestión de riesgos. ¿Le nombro algunos?: riesgo de fugas en el carburador, riesgo de que se desprendan piezas con la vibración, riesgo de que se suelte el cable del acelerador, riesgo de romperse la columna.... ¿Quiere más? Riesgo de que le exploten los oídos, que se le pinche una rueda, que se quede sin batería, que se le cruce un sapo migrador, que aparezca un alce en la carretera o que se encuentre una mancha de aceite en la siguiente curva. La lista es infinita. Si lleva no sé cuánto tiempo sobreviviendo con un tractor de Milwaukee, tiene que ser más que capaz de juzgar el riesgo o no riesgo de ampliar los horizontes de la mente. Por muy purista del estilo que sea, con esta pinza cocodrillo Roadkill podrá disfrutar de esa máquina arrinconada en el patio de atrás que ha ido poniendo a punto cada día un ratito fumando el cigarrito de después de cenar....

Los diseños de estas tapas de válvulas se prestan perfectamente para motocicletas Old School, pero también quedan muy bien en otras.

Ir a tientas con la válvula de la cámara a lo largo del orificio de la llanta de la rueda puede ser un auténtico quebradero de cabeza. Esta herramienta facilita la tarea gracias a su cable de 21 cm y a su "gancho de pesca". Solo hay que pasar el cable por el orificio de la llanta, acoplar la tapita roscada a la base de la válvula y tirar directamente de la base a través de la llanta, y todo sin pillarse los dedos ni dañar la rosca. Con extractor de válvulas dentro del mango.