Hermanos de taller
Nos proponemos llegar al meollo del fallo de encendido, así que convertimos el taller de Sergio en nuestro hogar provisional. Solo es un garaje, con las habitaciones en el tejado. Trabajar en la casa de Sergio es como trabajar en la calle. Los transeúntes se paran y miran, los vecinos comparten opiniones, los Harlistas entran y salen.
En los momentos de más acción, hasta diez expertos se congregan alrededor de la máquina averiada. Nos pasamos herramientas, bebemos cerveza y café, pedimos pizzas, y todos sudamos, trabajamos, pegamos patadas al aire de desesperación ...¿Es que no va a ponerse en marcha nunca esta Knuckle?