Old & Proud, Calafell, ES
Old & Proud, Calafell, ES

Old & Proud, Calafell, ES

Paella en la Cantera

Pocas veces la frase “quedamos en el bar motero” suena tan bien como cuando dices “Old & Proud” en “La Cantera Biker Bar” de Calafell. Allí, en una cantera abandonada entre Barcelona y Tarragona, el Gipsy Crew y Shovelhead Spain de Valencia montaban su sexto encuentro para Harleys anteriores al 84.

Era la ocasión perfecta para poner a prueba la resistencia a larga distancia

de nuestra recién restaurada J de 1928. Al fin y al cabo, la hemos inscrito para el “Motorcycle Cannonball” del año que viene, que se celebra en la tierra madre de Harley-Davidson, EE. UU. Los 1.500 km desde la sede de W&W hasta la fiesta española no se acercan a las durísimas 4.000 millas del Cannonball, pero sirven para coger la medida.

Una guía de válvula floja nos obligó a parar antes de tiempo, pero en cuanto la apañamos pusimos rumbo a España. Para simular las etapas del Cannonball dividimos el viaje en cuatro tramos de entre 370 y 450 km por día. La moto, cuando le da la gana, pilla unos 80 km/h, así que tocaba unas ocho horas diarias de ruta: carreteras secundarias, pueblos con badenes, zonas de 30 y rotondas que frenaban el ritmo. Fue una prueba de aguante para la máquina y para el piloto. Pero el curro de preparación de Paul y Chris fue de diez: la casi centenaria rodó fina y llevó a Chris a uno de los rallies Harley más cañeros de Europa.

El sitio (España) y la época (finales de verano)

le daban un rollo vacacional brutal: buena gente, motos flipantes y música que te pone las pilas. Pero lo mejor, como siempre que se junta la peña pre ’84 a la sombra de los árboles entre las paredes de roca, son las paellas. No las de dos ruedas, sino las de verdad, enormes, para cocinar ese arroz que espera la gente en largas colas. Una paella bien aromática es lo que hace falta para aguantar una fiesta así, entre birras, bandas, charlas moteras y la entrega de premios.

Nuestra J del 28 se llevó, con todo merecimiento, el trofeo al viaje más largo. Buen augurio para el Cannonball. ¡Gracias, Gipsy Crew y Shovelhead Spain, por el pedazo de trofeo y por un finde bien engrasado, con gasolina a tope y colegas de primera!