El tiempo puede ser un amigo
Importar dos motos vintage americanas durante solo dos semanas en un país que no ha importado ninguna desde 1960 fue un auténtico desafío para las mujeres y los hombres de la Aduana de Cuba. Causamos cierta sensación entre el personal del aeropuerto y atrajimos más atención hacia nuestras motos de la que esperábamos.
Agentes de alto rango acudieron en persona para tratar con el grupo de alemanes que “solo querían dar una vuelta” por las calles de Cuba montados en unas motos tan parecidas a las suyas. Como oficial del gobiernocompetente, es un asunto a tomar muy en serio.
Decidimos enfocarlo como una oportunidad para participar del estilo de vida cubano y nos dedicamos a matar el tiempo sentados en el asiento trasero y el sidecar de las Flathead y Panhead de Sergio y Ernesto. La Concentración Anual de Harlistas Cubanos de la ciudad costera de Varadero no espera. Esperamos captar una primera impresión del mundo de las Harleys de Cuba y quizás robar algunas fotos para usar en nuestro catálogo. No habrá decepción.