AMCA Meet, Raalte, NL
Bienvenidos a historia sobre dos ruedas - y no nos referimos exclusivamente a las máquinas históricas que plagaron el césped durante el fin de semana, entre el hotel Salland y el American Motorcycle Museum en Raalte, Holanda. El tema de este año era “motos militares”, una desafortunada coincidencia histórica. Pues el alma del evento era más del tipo “Paz, alegría y combustión interna”, como es de costumbre cuando el Antique Motorcycle Club of America nos convoca para su concentración europea. Uno de los habituales es Paul Jung, nuestro hombre para los hierros de Milwaukee realmente añejos. También es el tío detrás de “The Cyclery”. Ese fin de semana tuvo el honor de ejercer de juez de la AMCA*. Esta es su impresión de esos días:
“El lugar era verde militar
hasta donde alcanzaba la vista. Había motos realmente especiales como la Douglas de 1914, la Harley-Davidson ELC de 1942, o la Vespa de 1959 con lanzacohetes integrado. Además de por supuesto, otras motos no militares, mayormente de ascendencia americana, como es usual en las concentraciones de la AMCA. Visitantes (entre ellos el presi del Club de Estados Unidos) y motos de 22 países se reunieron bajo un cielo radiante, con buenas temperaturas y hacia la tarde empezó a correr la cerveza para saciar la sed de los muchos que se quedaron secos hablando de motos, concentraciones pasadas y las puntuaciones de ésta.
Desde luego, hubo mucho de lo que hablar, porque en Raalte, las motos no se repiten y son cada vez diferentes. Cada año hay nuevos hallazgos de granero traídas de vuelta a la vida, y si piensas que eso es todo, no pudo haber mejores máquinas. Por ejemplo, qué te parece esta joya: un Knuckle de 1936 con su pintura original, que fue importada de Hamburgo en una época en que eso era imposible. Ésta es una historia que ya relataremos en detalle más adelante. O mira esa Eagle (USA) de 1915 que un afortunado sueco lucía en exposición. Una moto fantástica. Y la lista continúa.
Si finalmente ya habías visto suficientes motos,
podías lanzarte al mercadillo, de unos 40 tenderetes en los que se vendían básicamente piezas americanas, lo que es estupendo cuando vas en busca de recambios USA. Así que muchos visitantes salieron del lugar con tesoros en sus brazos y mochilas.
Las buenas vibraciones acompañaron al buen tiempo. Participantes y visitantes fueron pasando del bullicio del día a la relajación de la tarde, con bandas tocando en el restaurante. Es difícil superar a Raalte. ¡Nos vemos el año que viene!
*El jurado es el punto fuerte de toda reunión de la AMCA. Los expertos jueces no pasan ni el mínimo detalle. Incluso una arandela no correspondiente al período histórico puede restar puntos, lo que doloroso. Aun así, la mayoría de las participantes se encuentran en un estado inmaculado. La perfección empieza en 95 de 100 posibles puntos, y el valor de reventa cae o sube en función de los puntos conseguidos.
Gracias por las fotos a Sverre Gerber, Fiskis Ekman, Paul Jung