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25 años de Luck Motorcycles

25 años de Luck Motorcycles

Un viaje de acero y alma

Ni el joven Masayuki Sugihara se imaginaba que el camino de su vida le acabaría llevando a liderar “Luck Motorcycles”, un taller de motos artesanales reconocido en todo el mundo, que ahora celebra su 25º aniversario.

Masa-san dio sus primeros pasos en el mundo de las personalizaciones en una tienda de motos de Kioto, aprendiendo a fondo el funcionamiento de las marcas japonesas. Pronto, al empaparse de viejas revistas de choppers americanas, se dio cuenta de que no había escapatoria: había que meterse en el mundo Harley. Así que se llevó a su pequeña familia a Estados Unidos. Allí, en “Phoenix Motorcycles”, perfeccionó sus habilidades desmontando, montando y afinando la calidad de sus trabajos.

La inspiración le llevó a cruzarse con el legendario customizador japonés Chica, que le abrió los ojos sobre Harleys, choppers, detalles, estilo y técnica. Cada vez tenía más claro qué hacía que una moto fuera realmente buena. También sabía que, tarde o temprano, tendría que tomar su propio camino. Mientras Chica lanzaba su nuevo taller directamente al foco mediático del programa Bike Build Off, Masa-san eligió una salida más tranquila, pero igual de decisiva:

Se volvió a Japón.

No como un paso atrás, sino como un nuevo comienzo. Traía en mente un plan: crear su propio universo de Harleys únicas; un lugar donde se respetara y practicara el arte de construir choppers, y donde ese saber se transmitiera. Así nació “Luck Motorcycles”: un nombre que era a la vez promesa, incentivo y aspiración.

No pasó mucho hasta que las primeras máquinas salidas de Kioto causaron sensación en el mundo custom. Desde el principio estaba claro que traían un estilo nuevo y con el listón muy alto. Luck MC se convirtió —y sigue siéndolo— en el referente de motos estilizadas, armoniosas, llenas de detalles minuciosos, con interpretaciones elegantes de la historia del chop y versiones muy personales de los clásicos, siempre lejos de lo recargado y llamativo.

La reacción fue brutal: invitaciones a los eventos más importantes como Born Free o el HRCS de Yokohama, puesto de Invited Builder, miembro de jurados, y, lo que no es poca cosa, encargos de proyectos que empezaron a llegar a raudales. Porque una cosa es llevar una moto a un show y que cause ruido, pero otra muy distinta —y crucial para un taller como Luck MC— es recibir encargos que paguen el local, a los mecánicos, la maquinaria, las herramientas y, con ello, toda la filosofía que hay detrás. Mantener eso durante 25 años no es cuestión de suerte: es pura determinación y artesanía.

En las pocas entrevistas a fondo que concede,

Masayuki Sugihara transmite calma, claridad y sencillez… igual que sus motos. Pero también deja entrever lo complejo, meticuloso y casi filosófico que es al construir cada chopper. Da igual que hable de la historia loca del chopper Shovel que hizo para Flea, el bajista de los Red Hot Chili Peppers, o de un problema estético que considera casi imposible de resolver: el exceso de espacio vacío entre el motor y el tubo superior del chasis en los choppers setenteros de horquilla larga.

Y ahí está la clave de una moto Luck MC: pensada hasta en el más mínimo detalle, adaptada exactamente a los gustos y necesidades del piloto, construida con todo el alma de un mecánico de Harley y, por último pero no menos importante, fiable en carretera, tanto en ciudad como en rutas largas.

Como efecto colateral de esa perfección,

las invitaciones a eventos son constantes. Para Sugihara-san, son la oportunidad de mostrar su estilo una y otra vez al mundo, buscando que se reconozca su sello propio más que repetir fórmulas, lo que en su opinión es la mejor publicidad. Siempre recalca que en Luck MC cada moto se planifica y se construye dedicándole el tiempo que haga falta. Perfección y calma: dos ingredientes del éxito que él y su equipo llevan 25 años cultivando.

Para celebrar la ocasión, montaron una gran fiesta. Aunque amenazaba lluvia, fue todo un éxito, en pleno Kioto. Vinieron amigos constructores de todo Japón y se lanzaron de lleno a la celebración, junto a muchos otros fans de Luck MC. La noche estuvo movida con DJs, cerveza, pinstripers, hamburguesas, nachos, arte en cuero… y, como no podía faltar, muchas charlas apasionadas sobre Harleys, mecánica, gasolina, aceite y los kilómetros de carretera ya vividos. Todo acompañado de buenos deseos para que sigan llegando más y más combinaciones fascinantes de acero y alma. ¡Larga vida a Luck Motorcycles!