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Parte 9 - Reacción en cadena (Puerto Natales - Rio Grande)

Parte 9 - Reacción en cadena (Puerto Natales - Rio Grande)

Dejamos las sólidas superficies de las carreteras chilenas, donde 80 km/h no representan ningún problema. Al sur de Puerto Natales nos encontramos con viento fuerte de cara. Nos enfrentemos a ellos con la potencia de los 74. El Knuckle de Joe requiere algo de atención. El anclaje de su freno delantero tiene que ser apretado de nuevo. Tommy teme por los cojinetes de la rueda trasera, pero no hay problema. A las tres de la tarde llegamos al Estrecho de Magallanes, a Punta Arenas. El último ferry del día se desvanece en el horizonte. Tenemos tiempo para revisar las cadenas. Joe intenta apretar el tornillo equivocado y parte el tensor. ¡Mierda! Después de unos cuantos juramentos, recurrimos al viejo y honorable sistema de ajustar la tensión de la cadena con el método de la palanca. ¡Bingo! Mientras, nuestra colección de fans de Harley ha ido aumentando. Oficiales de la marina israelí, sus mujeres y un inglés en una BMW 650, que olvida la flema británica por un momento y exclama: „¡Sois verdaderos héroes, tíos!“

Nos montamos en el ferry, despedimos a la Sudamérica continental y el roñoso buque nos lleva a Tierra de Fuego, cuyo punto de entrada es Porvenir. El barco atraca y cogemos habitaciones por 6 dólares, con pollo casero para cenar. ¡No está mal! La calle Mayor cuenta con dos bares y pensamos ir de fiesta, pero Linda, la casera, nos previene: „Las chicas en el primer bar son feas, pero en el otro son todavía peores“. Evitamos a las chicas, volvemos pronto y nos levantamos a las ocho de la mañana. 8 cilindros rugen a través de Porvenir.

La carretera es peor que nunca, 60 km/h sin problemas. El lugar adecuado para que el freno trasero de Joe se atasque, y deje un surco de 10 metros en la grava. Menos mal que fue meticuloso al ajustar la cadena.

Hay que cruzar la frontera otra vez, de nuevo a Argentina. Atravesamos la aduana, repostamos con barato combustible argentino, tomamos cerveza Quilmes y nos largamos hacia Río Grande, con el Atlántico a la vista todo el rato. En Río Grande Paul decide investigar algo raro en su Knuck. Justo a tiempo: La primaria está llena de piecitas de cadena destrozadas. Es el momento de instalar la primaria de repuesto que hemos portado todo el viaje desde Japón, ejem... desde Alemania.