2024 - Super Rally, Pasohlavky, CZ
Rodando con los colegas
Hay que ser de un tipo muy determinado de biker para asistir a un Superrally. Aquí, la palabra clave es “larga distancia”. Cada año se escoge un destino en el mapa europeo, para descubrir otros países y culturas, desde el salmón del norte hasta la pasta del sur. O al menos así reza la website de FH-DCE Super Rally, como se le llama oficialmente.
A ver, eso de FH-DCE no otro inescrutable modelo de Harley-Davidson, sino que corresponde a “Federation Harley-Davidson Clubs of Europe”, originalmente de los años sesenta cuando los bikers de Alemania, Bélgica y Holanda se reunían en “Rallies” entre los que destacaba el Pinkster Rally del Club H-D de Utrecht.
Nadie sabe exactamente cómo
cuajó el Superrally en 1974, pero en esos años los Rallys proliferaban por toda Europa. Una cosa estaba clara: Cada año un club se encargaría de la organización del evento. Eran, y son, independientes de la Company y ninguno de los clubs aspira a ser “MC”. Sólo hace falta un puñado de amantes de Harley. Suficiente.
Así nos pusimos en camino a Pasohlavky, en la República Checa, a unos 600km de nuestros cuarteles generales. Allí hay un camping junto a un lago no muy lejos de Brno que esperaba a los intrépidos viajeros. Peter, nuestro Mr Superrally (ya van 18) estuvo allí, rodeado de un grupo de amigos que vinieron en su habitual forma despreocupada, como debe ser en un largo viaje en Harley. Sin fardadas, sin juegos ni tonterías, un serio viaje sin incidencias acompañados del vibrante rugido de los motores.
Una vez en el lugar, la gente se acordaba
del Superrally de 2017, que también tuvo lugar en este sitio: una bella ubicación junto a un pequeño lago, otro más grande y otro aún más grande, con esquí acuático, restaurantes, tenderetes, cerveza checa y bandas. Bandas y más bandas en el escenario central y los laterales. Todo estaba a pedir de boca hasta que un invitado no deseado hizo acto de presencia: la lluvia. Y lluvia de verdad, no un ligero calabobos o un refrescante chaparrón. Un martillo inclemente. Mucha gente recogió sus pertrechos y se marchó de vuelta a casa temprano. Pero los habituales del Superrally ya han visto esto antes y terminaron por marchar sin aspavientos. Mejor suerte para el próximo año, cuando Katowice, Polonia, será la ciudad anfitriona y los bikers polacos montarán la fiesta del año.