Impulso eléctrico

¿Sabías que? En realidad, la locomoción eléctrica es más antigua que la de gasolina. El triciclo eléctrico de un ingeniero francés llamado Gustave Trouvé de 1881 marca el inicio de la electromovilidad. Entonces, ¿por qué nunca hubo una Harley eléctrica antes de la LiveWire? ¿O por qué durante muchas décadas sólo funcionaron con electricidad las locomotoras? La culpa es de las baterías, o más exactamente de su calidad y diseño. Las primeras baterías disponibles eran pesadas e inseguras de manejar. El plomo y el ácido sulfúrico son las palabras clave en este caso. El triciclo del Sr. Trouvé, por ejemplo, circulaba a una velocidad máxima de 12 km/h, tenía una autonomía de poco más de 20 km y utilizaba un enorme paquete de baterías que pesaba unos 50 kg. Y la carga tardaba horas con las redes de corriente continua disponibles en aquella época. Aparte del hecho de que la gente del campo todavía se sentaba por las tardes con alumbrado de parafina al menos hasta los años 20 y 30, porque los pueblos aún no estaban conectados al suministro eléctrico. ¿Dónde se iba a cargar? Así que era bastante lógico que la primera Harley y todas las posteriores tuvieran un motor de gasolina. Porque también había gasolina en la última farmacia del pueblo si era necesario.

Peso, rendimiento alcance

Han pasado muchas cosas desde los tiempos de Gustave Trouvé. Se utilizan baterías de iones de litio en lugar de placas de plomo en ácido chapoteante. Los motores de corriente continua ya no tienen escobillas de carbón propensas al desgaste, sino que se basan en innovadores controles electrónicos. Por desgracia, sigue existiendo el problema del peso. Mientras que la electricidad o carga eléctrica no pesa nada, los recipientes para la carga son tanto más pesados, incluso en la era de las baterías de iones de litio. El paquete de baterías de alto voltaje de un LiveWire pesa 104 kg (40% de la masa del vehículo), el motor produce unos 105 CV, pero si realmente «pisas el acelerador», tienes que «echar corriente» a los 100 km como máximo. Y ay de ti si no hay una estación de recarga rápida en el campo.

¿Y qué entonces nos entusiasma tanto con la propulsión eléctrica?

Ya sea la Harley-Davidson LiveWire o una bici Super73, un motor eléctrico genera un par elevado y constante desde las primeras revoluciones, en total contraste con el anticuado motor de gasolina. Un giro del puño del acelerador proporciona potencia instantánea como una catapulta a la rueda trasera. El compañero de la Sportster de carreras puede cambiar de marcha tan rápido como quiera, nada puede con el viento eléctrico en popa.