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Carhartt

Carhartt

Hamilton Carhartt nació en 1855 en Macedon Lock, Nueva York, pero se crió en el sur de Michigan. El hecho de que modificase su apellido añadiéndole una "t" es un buen reflejo de su estilo empresarial y de su afán por distinguirse de otros empresarios. Al principio fundó un negocio de muebles que le permitió alimentar su ambición de éxito y crear sus propios productos.

Con algunos consejos útiles de su primer comprador potencial, se dio cuenta de la gran importancia de marcar la diferencia con sus productos. Tras hablar con un ingeniero ferroviario, creó una prenda específica para empleados del ferrocarril, una especie de overol completamente nuevo. En 1889 fundó la compañía que lleva su nombre y con la que empezó a fabricar ropa de trabajo con una sola idea en la mente: fijar un estándar de excelencia al que aspiraran todos los demás. Empezó con solo 4 máquinas de coser y unos 5 trabajadores, y los primeros productos fueron monos y overoles de lona y vaquero. Viajar de una ciudad a otra y visitar todas las divisiones ferroviarias le permitió hacerse un hueco en el negocio de monos y overoles de trabajo. Gracias a su visión y afán emprendedores, Hamilton Carhartt creó una marca que ha sobrevivido los embates del tiempo.

La Gran Depresión tuvo efectos devastadores en Carhartt. A la vuelta de 1930 solo tres de sus plantas sobrevivieron en Estados Unidos, por lo que Hamilton y su hijo Wylie emprendieron una campaña de "Regreso a la tierra" que dio pie a la apertura conjunta de operaciones en Irvine, Kentucky con las gentes de los pueblos de Irvine. Actualmente, las oficinas administrativas de Carhartt siguen estando localizadas en Irvine, Kentucky.

La bonanza económica de principios de 1900 le permitió fundar más de 17 plantas y tres fábricas en Estados Unidos, Canadá y Europa. Su lema "From the mill to millions", en español algo así como “De fabricar productos a fabricar millones”, quedó patente con la apertura de centros de producción de algodón, fábricas de tela de vaqueros e instalaciones de fabricación de prendas de ropa, entre otras operaciones. El tejido maestro de Carhartt se diseñó y cosió especialmente en fábricas propias para su uso en prendas Carhartt y se dice que era la mejor tela jamás producida.

Hamilton Carhartt murió en 1937 a la edad de 82. Aún hoy su empresa sigue siendo un negocio familiar comprometido con la misión de proveer prendas de Calidad Óptima al trabajador activo.

"Creo que cuando un hombre se pone un artículo que yo fabrico, aumenta su autoestima y el respeto por sí mismo porque sabe que está hecho por un fabricante honesto que es honesto con sus empleados", cita de Hamilton Carhartt

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