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Wrecking Crew Diaries
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1996 Panama - Mud of No Return
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Días 12-14, viernes – domingo, 12-14 de enero

Días 12-14, viernes – domingo, 12-14 de enero

Inmediatamente después de despertar se siguió con el viaje. Y con la lluvia también. Por desgracia el encendido también la nota y el cilindro delantero de la Panamericana II hidrofóbica se para nuevamente. Pero esta vez, nadie se detuvo por el problema de húmedad en el encendido. Los cuatro sólo tenían un pensamiento en la mente: las habitaciones en El Panamá. Así que se maneja tan rápido como sea posible y no se intenta repararlo, sino se sigue el viaje con un cilindro: nothing beats cubic inches. Pero uno tiene que tener suficiente.

El viaje hasta Cañita dura unas 6 horas, donde los cuatro – igual como en el viaje de ida – toman una merienda en la cantina preferida. Mientras que el sistema digestivo cambia a actividad intensa, la lluvia para y he aquí, los dos cilindros funcionan nuevamente. Los cuatro se dirigen a la ciudad de Panamá con más potencia y velocidad, llegando después de 3 horas.

Dia 13

Se arrodillaron y agradecieron al Señor que ya habían reservado las habitaciones en El Panamá antes de la partida. Pues al llegar, los cuatro pan-tásticos se ven como la familia Monster del pantano. Y no tan sólo es la apariencia: amigos estén felices ya que esto aquí no son páginas de Scratch’n’Sniff.

Después de 9 horas de viaje sobre bastidor rígido, la firma sobre la carta de crédito no tiene nada que ver con la firma que proviene de las manos vibrantes ya que fueron las manos las que lograron absorber los golpes y no las horquillas Showa ... las manos que juntas dirigen al lapicero.

En cualquier caso, y de alguna manera, el portero todavía se enterneció y les da a los cuatro dos habitaciones de lujo. Ahí, primeramente se limpian los cuerpos desde el exterior, para lo que se requiere muchas horas. Luego, se hace entrega de la ropa a la lavandería del hotel. Ahí el furor fue demasiado ya que nunca antes se percibió un olor a sucio, barro y a sudor penetrante y adormecedor de nariz, exepto tal vez en un estable de 12 metros cuadrados sin ventanas con una manada de toros almizcleros dispuestos a aparearse. Los cuatro festejan esta actuación memorable con el lavado profundo de los valores intrínsecos por medio de refrescos locales ricos en vitaminas.

Dia 14

¡Oh, que bueno es tener un día libre! Uno lo utiliza para el servicio al cliente en cuerpo, alma y motocicleta: engrasar cadenas, drenar el encendido, cambio de aceite, echarse sobre los colchones, comprobar el cociente del ronquido y elevar el factor de vaganbundeo. El lavado del todoterreno se le cede a una pandilla que después de varias negociaciones sobre la cantidad de dinero se deja convencer de liberar al vehículo de aprox. media tonelada de barro por dentro y fuera.