Días 6-7, sábado-domingo, 6-7 de enero de
La primera noche en este lugar también fue la última. El modesto anuncio del hotel El Panamá en las páginas amarillas nos atrae y lo seguimos: La mudanza resulta ser la mejor decisión del día, es el lugar perfecto para darle un poco de frescura a nuestra ropa ya un poco sucia y maloliente. Esto da tiempo para conseguir provisiones y comprobar el sabor de la cerveza de anoche. Debe haber sido la sed la que dejó correr el “Panama“ por nuestras gargantas, ya que con la luz del día su sabor deja la impresión de que la cerveza estuvo guardada por muchos años en barriles de cartón ondulado. Los cuatro juran que de ahora en adelante, lo único que va a calmar su sed, será Daiquiri o Heineken.
Día 7
Después de la Ciudad de Panamá, la cerveza Panama, el hotel Panamá y la Carrertera Panamericana, lo único que les falta a los Cuatro Pantásticos en su colección, es el Canal de Panamá.
Siendo domingo, los muchachos se dejan llevar por el ritmo tranquilo y relajado, y averiguan que el Canal está situado al lado del paisaje hermoso de Panamá, que a lo largo de 80 kilómetros se abre camino por la selva y el desierto. Cada año transporta a más de 14.000 barcos, algunos de ellos tan grandes como el Q.E.2. Fue en en el año 1914 cuando el canal abrió por primera vez sus esclusas. El proyecto había sido iniciado por los franceses que vendieron el canal a los EE.UU., después de que 20.000 franceses habían muerto a causa de la malaria. Los EE.UU. terminaron el maldito proyecto y el primer barco atravesó el continente americano el 14 de agosto de 1914. Desde entonces, es un negocio como cualquier otro, un abrir y cerrar de esclusas, día trás día. Por ejemplo, las esclusas de Miraflores, el objeto de visita de los Cuatro Pantásticos. Si algún día pasas por esa zona con tu petrolero o super yate, no olvides hacer una parada en el canal. Sólo recuerda llamar antes al Panamá-252-5463.