Utilizamos cookies para analizar, anunciar y mejorar nuestro sitio web. Para obtener más información consulte nuestra Declaración de protección de datos.
>
Eventos
>
2022 - The Trip Out 22, Euston Park, UK

Ir al Trip Out es para la mayoría

un viaje de unas pocas horas, al estar situado a medio camino entre Londres y Norwich. Sin embargo para este piloto de Shovel significa en todo caso levantarse a las cinco de la mañana, arrancar a las seis y rodar seis horas hasta Calais, Francia. El depósito de 19 litros suele permitir una estrategia de una parada, pero no fue el caso. Tras repostar exactamente a mitad de recorrido, con algunos litros aún en el tanque, coger el ferry a Inglaterra parecía seguro. Pero entonces hicieron aparición las lluvias torrenciales y un fuerte viento de cara (la predicción era de fuerza 8 en el canal) que aumentaron el consumo. Eso significó que estaba llegando a Calais con las útimas gotas de combustible, en reserva desde hacía mucho rato. De todos modos habíamos perdido el ferry, pues habíamos invertido media hora en un puente belga para reapretar los tornillos de la culata del Shovel. Perdido el ferry, recalculé para el siguiente. A Calais a por una gasolinera, y claro, el Shovel ya había consumido las últimas moléculas de gasolina y se paró con un par de tirones. Frente a un restaurante africano:) Para cuando el simpático restaurador me pasó un bidón y me comí algo de sabroso pescado local, otro ferry a Dover salía de Calais, sin el abajo firmante.

El resto del bacheado viaje sucedió sin incidencias, pero debido a los retrasos acabó de noche, con las últimas millas por estrechas carreteras forestales. De todos modos, mola montar la tienda bajo una reluciente luna llena, y las tres pintas de birra que me tomé para bajar todo el polvo de la carretera y rehidratarme fueron muy bienvenidas.

Al día siguiente: Horquillas increíblemente

largas, escapes apuntando a las estrellas, trabajos de pintura sacados de los años sesenta, y todo como si fuesen motos de usar a diario. Los chicos y chicas que los conducen son como una enorme y amigable familia, disfrutando de un fin de semana con Anna y Andy, música enloquecida (recomendamos Oh! Gunquit!) buena cerveza, los Meyer Dancers reviviendo los fantabulosos sesenta, y toda la gente que no se ve en mucho tiempo. Las buenas vibraciones inundan el lugar y el sonido de Harleys bien -y no tan bien- ajustadas retumba por los verdes campos. Bonito hasta decir basta.

A la hora de volver a casa,

amanecer en una densa niebla a la luz de la luna fue el remate de tiempo inglés que The Trip Out reservaba para este motero. A partir de ahí, el plan era navegar entre prados bañados por el sol hasta Dover. Muchas gracias Anna y Andy por hacer realidad el Trip Out. ¡Ya esperamos la próxima edición!

amanecer en una densa niebla a la luz de la luna fue el remate de tiempo inglés que The Trip Out reservaba para este motero. A partir de ahí, el plan era navegar entre prados bañados por el sol hasta Dover. Muchas gracias Anna y Andy por hacer realidad el Trip Out. ¡Ya esperamos la próxima edición!