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Parte 7 - Aceite y glaciar (Tres Lagos - El Calafate)

Parte 7 - Aceite y glaciar (Tres Lagos - El Calafate)

Y seguimos. La Ruta 40 no cambia. Cruzamos el río Leona, y encontramos la misma grava al otro lado. El río Santa Cruz no es mejor. Después de cinco días de sufrimiento la grava acaba: volvemos a nuestro viejo amigo el asfalto negro. La más suave de todas las superficies del mundo. Camino negro al cielo para los v-twins, bendito seas. Los kilómetro son devorados. Bienvenidos a El Calafate, centro turístico de la Patagonia. Aquí nos reunimos con Tommy, que llegó aquí con su moto en la trasera de una camioneta. Ahora solo necesitamos una caja de cambios nueva. Es domingo. Pasa el lunes sin noticias de nuestro envío. El martes nos enteramos de que nuestra caja de cambios está retenida en la Aduana de Buenos Aires. Algún problema con la documentación. Parece que hay una ley argentina contra la importación de cajas de cambios. Esto es América latina, así que contratamos un Agente de Aduanas, que por 200 dólares solucionará nuestros problemas. Tommy se queda esperando y los demás se toman el día libre para ver Perito Moreno, el glaciar en la Cordillera. Este chiquitín se mueve a una velocidad de dos metros hacia el Lago Argentino, Mientras observamos el panorama trozos de hielo del tamaño de edificios se separan del glaciar y caen en las aguas azules.

Después del desayuno planeamos ver más de cerca el glaciar. En barco nos acercamos a sus fauces. Bonito pero abrumador estar tan cerca. Nos entretenemos viendo el espectáculo desde diferentes panorámicas.

Mientras tanto en El Calafate... Tommy lucha con la línea de Internet para enviar las muy esperadas fotos a Alemania. La caja de cambios tenía que haber llegado en el vuelo de la tarde. Pero no lo hace. Tommy pierde la compostura. Solo para oír que el paquete estará en el hotel a las 8 de la tarde. A un coste extra. Por ahora hemos gastado unos 1.000 dólares en este asunto. A las ocho al fin la tenemos. Sin demora comenzamos a montarla mientras la luz del día empieza a disminuir. A la mañana siguiente las últimas tuercas y tornillos están siendo apretadas con herramientas poco recomendables. Un cincel de la tienda de la esquina sustituyó a llave de carraca para la última tuerca. Con un martillo, la colocamos bien rápido, al estilo sureño. ¡VVrroooomp! ¡VVrroooomp! ¡Ruta 40, allá vamos!