Una pieza pequeña que marca una gran diferencia, al menos para el que sabe mirar. Esta bonita mariposa servía para sujetar los soportes (5/8” de ancho) de los guardabarros de todos los modelos de 1934-1939. El fabricante la soldó con puntos pero también puede ir soldada con TIG o soldadura blanda. Se necesitan tres por moto, dos en el guardabarros delantero y una en el trasero.

Allá por la década de 1930 las páginas de los catálogos de accesorios de fábrica rebosaban de reflectantes y otros artilugios decorativos, que gozaron de gran popularidad durante décadas. Se podían colocar en casi cualquier parte de la moto para darle ese toque de brillo adicional especial. Nuestra selección de captafaros de Red Fox incluye varios tipos con fines muy diversos, cada uno en un color distinto. Son réplicas auténticas de piezas de otras épocas con lentes de cristal de verdad y los detalles justos y adecuados. Las longitudes indicadas son las medidas sin perno.

El guardabarros trasero „bobbed”, o sea cortado, lo documentan ya las fotos de los años 20, época cuando los muchachos extrajeron las secciones de cola del guardabarros trasero y recortaron pedazos de sus guardabarros delanteros para ir a correr al terreno. Esta costumbre pronto se hizo popular también fuera de la pista y de los enduros, y nacio el estilo Bobber. Para los bikers de los años 40 y 50 que rechazaban lo establecido, el guardabarros cortado era obligatorio. Para los bikers de hoy, poseedores de una Harley con chasis rígido, nuestro guardabarros Cal-Bobber es también un detalle imprescindible para conseguir un look auténtico.

La historia es así: cuando hace buen tiempo, da gusto disfrutar de la brisa en la cara, pero cuando hace mal tiempo, ¿quién no echa de menos tener algo de protección? ¿Cuál es la solución entonces? La solución es este parabrisas enrollable Hanson que aparece en escena en el mundo de los accesorios a finales de la década de 1940. Con él cualquier tiempo es buen tiempo. En la posición completamente bajada, el parabrisas va enganchado al manillar y "el viento da en la cara", pero cuando está levantado proporciona la misma protección que un parabrisas normal. Las posiciones arriba y abajo se cambian en cuestión de segundos. Estas reproducciones modernas se han fabricado a imagen y semejanza de la pieza antigua y parecen hechas a medida para cualquier moto clásica americana.

El guardabarros trasero „bobbed”, o sea cortado, lo documentan ya las fotos de los años 20, época cuando los muchachos extrajeron las secciones de cola del guardabarros trasero y recortaron pedazos de sus guardabarros delanteros para ir a correr al terreno. Esta costumbre pronto se hizo popular también fuera de la pista y de los enduros, y nacio el estilo Bobber. Para los bikers de los años 40 y 50 que rechazaban lo establecido, el guardabarros cortado era obligatorio. Para los bikers de hoy, poseedores de una Harley con chasis rígido, nuestro guardabarros Cal-Bobber es también un detalle imprescindible para conseguir un look auténtico.