Rockmount

Si es de los que piensan que las camisas solo sirven para quitar el frío, piénselo de nuevo. Las camisas Rockmount de Denver, Colorado (EE. UU.), no son solo una prenda de vestir, marcan una forma de vida. Son algo así como el atuendo oficial de todas aquellas personas que han hecho del Oeste una leyenda, el rincón más cinematográfico del mundo desde entonces: vaqueros, rancheros, músicos de country, estrellas del rock, héroes del rodeo, o dicho de otro modo, todas aquellas personas que han tenido lo que hay que tener para apartarse de la carrera de borregos de la moda y se han atrevido pasear a su aire bajo el lema "ande yo caliente, ríase la gente". Cada uno con estilo propio, Igual que hicieron (y siguen haciendo) con los caballos de hierro de dos ruedas que tienen guardados en sus establos de Milwaukee. No en vano nuestros amados hermanos de Wisconsin y el fundador de Rockmount son de la misma generación. Jack A. Weil, alias Papa Jack, vio por primera vez la luz de Indiana en 1901, dos años antes de que los señores Harley y Davidson decidieran juntarse y fabricar a golpe de martillo la primera Harley-Davidson en recorrer sobre dos ruedas una polvorienta carretera rural. Como fundador y fuerza impulsora de Rockmount a partir de 1946 en adelante, tuvo varias ocurrencias de lo más creativas que iban a hacer bastante más fácil la vida de los vaqueros del salvaje oeste. Una de las mejoras más importantes fue la introducción de las presillas: ¿alguien conoce a un vaquero que le guste coser entre que ensilla a los caballos y termina una partida de Maverick? Los bolsillos con solapa se cierran para que no se caiga nada, y por diseño se sueltan y no encajan cuando la camisa se queda atrapada.

Estas camisas eran la declaración de estilo de los cowboys, la marca de distinción frente a los pijos de ciudad al salir los sábados por la noche o ir al rodeo, para demostrar quiénes son los que siguen manteniendo el tren del Oeste en marcha.

No todo el mundo tiene un cortijo ranchero estos días, y ya no se puede encontrar un saloon del oeste en cada esquina como había antes. Pero por experiencia podemos decir que las camisas de Rockmount son la prenda perfecta para montar un caballo de hierro de Milwaukee al trabajo, al próximo rally de motos o simplemente a tomar unas cuantas con los colegas.

Y no solo nosotros: un incalculable número de famosos lo ven igual. Desde las camisas lisas de Elvis a las rojo sangre con ribetes blancos de Jack White (de los White Stripes), las blancas de Bob Dylan, las negras de Eric Clapton, todas las camisas Rockmount de la década de los 60, Cary Grant, Reese Witherspoon, Heath Ledger, las más casuales y las más elegantes, Rock, Country, Hollywood: las camisas Rockmount tienen calidad de estrella. No es raro oír un día en una tienda a alguien diciendo: “lo siento, la última de este modelo se la acabamos de vender a Robert Plant de Led Zeppelin“.

Rockmount está haciendo muchas cosas bien: las camisas no son solo una declaración de moda cómoda, las camisas de nuestra colección son todas "Fabricadas en Estados Unidos“. Quizás no sea la fórmula rápida para hacerse ricos, pero es el principio básico de la política de empresa de Rockmount: si ofrecemos un producto que parece americano, tiene que estar hecho en América. Al fabricarse localmente también es más rápido desarrollar nuevos modelos para el mercado. Ahí van dos razones más para añadir camisas de Rockmount a nuestro catálogo. Por el momento hemos seleccionado solo unos cuantos de los múltiples estilos ofertados, pero habrá más. Seamos honestos: ¿quién puede decir que no a unas camisas cuyo diseñador original estuvo trabajando en ellas hasta la edad de 107, simplemente porque las amaba con toda su alma?