Manillares

Manillares: no sólo la barra a la que agarrarse

¿Se ha fijado alguna vez en las motos construidas hasta 1920 en un museo o en un paseo Kaiser Wilhelm? Al principio, muchas tenían las palancas de control en el depósito, en el tubo del bastidor, en el extremo del depósito bajo el asiento. Y si había palancas en el manillar, eran difíciles de accionar con el pulgar. Para ajustar el aire, la mezcla, el encendido, etc., el operador tenía que quitar constantemente las manos del manillar. En las carreteras salpicadas de clavos de cascos, piedras sueltas y otras cosas, esto ponía en peligro la vida con un poco de mala suerte.

Harley-Davidson -y la mayoría de los demás fabricantes de motos estadounidenses- apostaron desde el principio por los puños giratorios a izquierda y derecha, diferenciándose así de la masa de modelos ofrecidos internacionalmente. De todos modos, los grifos de gasolina y aceite sólo se accionaban antes y después de la conducción, y la regulación del aire en el carburador ya era automática en Harley-Davidson desde el principio. Así que el piloto sólo tenía que controlar el encendido y el acelerador mientras conducía, con las manos siempre en el manillar. Sólo para la bomba de aceite, situada en la parte superior del depósito, había que echar mano cada pocos kilómetros. En definitiva, los puños giratorios son un invento realmente bueno. Y así, desde el principio, el manillar de nuestras Harley-Davidsons fue mucho más que un soporte bien formado para las manos.

Transmisión de potencia

Cuando se conduce despacio, el manillar transmite los impulsos direccionales directamente a la dirección, es decir, a la horquilla delantera. Cuando se conduce más rápido, el piloto inicia el ángulo de inclinación mediante breves contraimpulsos. Así, al pulsar brevemente el extremo izquierdo del manillar, el vehículo se inclina hacia la izquierda. Presione brevemente el extremo derecho y la moto se inclinará hacia la derecha. ¿No se lo cree? Obsérvese mientras conduce a gran velocidad por una carretera tranquila. Es cierto. El motorista experimentado lo hace de forma tan automática que ya no es consciente de estos pequeños impulsos.

Centro de control del manillar

Con el paso de los años, a los puños giratorios se han unido elementos como interruptores eléctricos, manetas de freno, manetas de embrague y espejos retrovisores. El sencillo dispositivo de dirección de los primeros tiempos se ha convertido en un centro de control.

El manillar marca el estilo

Al pasar, a primera vista, rara vez se ve exactamente el motor, pero siempre el manillar. Ancho y curvado, con un profundo tirón hacia atrás, estrecho y bajo o con los extremos hacia arriba, de cualquier manera, el manillar de una Harley-Davidson es uno de los puntos focales centrales. No importa si es Sportster, Dyna o Softail, es una declaración y determina el estilo de la moto considerablemente. Apehanger, beach bar, manillares Z y T, manillares M, lo que sea... dan carácter y personalidad a la moto. "Sentarse bajo y llegar alto" puede no entusiasmar al fisioterapeuta, pero tiene un alto factor de frescura.